Descripción
Deleitate por esta icónica construcción que data de finales del siglo XVIII y es de las pocas que conservan gran parte de su estructura original. Este fue el resultado final después de varios intentos para edificar un acueducto que fuera lo suficientemente fuerte para soportar el paso del tiempo. No fue hasta que en 1785, Fray Antonio de San Miguel, quien también buscaba generar fuentes de empleo a los indígenas que habitaban la zona, logró el cometido con esta construcción que suministró agua potable a la ciudad desde los Manantiales del Rincón por medio de una caja de tubería de barro a 30 fuentes y 150 mercedes particulares. Si eres amante de las caminatas nocturnas, podrás observar esta edificación colonial en todo su esplendor totalmente iluminada, dándole un toque de elegancia que lo hace perfecto para esa fotografía tipo postal.