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Ceiba
6484620909
, Tuxtepec, San Juan Bautista Tuxtepec, 68300 Oaxaca


Descripción

Este árbol, se encuentra en una zona de mucha afluencia de vehículos, en el cruce de la carretera a Valle Nacional, salida a Oaxaca y la desviación a la población de Sebastopol y la fábrica de papel. Hay un rancho y una población cerca, pero no mantienen una relación tan estrecha con este árbol, al menos no de forma positiva. Aunque no hay quien admita de manera directa su participación, es evidente su uso como basurero y de que, además las personas queman esta basura en la base del árbol, dentro de él, pues tiene abierta la parte inferior. Este hueco, sin embargo, se ha formado de manera natural, según nos cuenta un vecino, don Tomas, dice que nadie lo ha cortado para que quede así, que cuando él conoció el árbol hace más de 60 años, éste estaba completo y que después empezó a formarse el hueco en su base. Cuentan los vecinos, que cuando llegaron (algunos son de otros estados), el árbol ya se encontraba bastante grande, es el señor Tomás quien nos refiere que cuando él tenía 10 u 11 años, allá por el año de 1972 el árbol ya tenía un tamaño considerable, grande de altura, aunque no poseía un grosor tan generoso como el actual. De esto se desprende que el árbol tenga un mínimo de 70 años de edad. Sobre él circulan leyendas acerca de aparecidos y por esto tiene cierto peso en el folclore de los habitantes de Sebastopol. El árbol parece señalar el límite entre la población y lo sobrenatural. Don Tomas narra su historia, cuando era más joven se le apareció el Señor del Monte un poco más adelante de donde se ubica el árbol, mientras él y sus allegados buscaban un toro que se les había perdido. El Señor del Monte, nos cuenta, le advirtió que no buscara en sus territorios pues ahí no había otros animales que los suyos. Al no hacer caso de su advertencia, cayó enfermo durante dos meses, hasta que un curandero lo ayudó, pese a todo, hasta hace poco, seguía viendo apariciones que lo perseguían y se detenían justo junto al árbol, como si éste formara parte de alguna barrera invisible, pero natural, de los dominios del Señor del Monte. Otras personas nos dicen que es cierto, que ahí espantan. No tienen experiencias tan vívidas como las de Don Tomás, pero todos voltean a ver con miedo porque les han contado historias de aparecidos que terminan o empiezan invariablemente en el árbol.

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