Descripción

sta leyenda surge desde de una antigua historia que habla de una persona, un extraño hombre que llegó hace muchísimos años a tierra caliente . Era alto como un roble y vestía todo de negro. Tenía una mirada que espantaba a los hombres y atraía a las mujeres.. Era difícil que una niña pudiera resistírsele, tan difícil que un día de sol ardiente lo encontraron seduciendo a la hija del capataz de ese entonces. El mayor problema es que esa muchacha estaba destinada, por su padre, para ingresar en un convento de monjas. Cualquiera habría dicho que había venido hasta estas tierras sólo atraído por la belleza de sus mujeres, Hasta que una noche de fuerte temporal, en que los cielos de la hacienda parecían desmoronarse sobre sus cerros, en la oscuridad un hombre abandonado de suerte golpeó con fuerzas la puertas de un convento de monjas que por ese entonces había en la region. Rogó que le dieran alojamiento por esa terrible noche, ya que era imposible seguir su marcha con esas condiciones climáticas. La madre superiora del convento dejo que pasara la noche en un cuarto detrás de la despensa. Le llamó la atención que permaneció con el rostro oculto tras una bufanda. Pese a la desconfianza de la madre superiora, el hombre fue conducido a la habitación en que pasaría la noche. Pero ocurrió lo que tenía que ocurrir. Cuando todas las religiosas habían caído en un sueño profundo, el hombre de negro se levantó y, como si supiera muy bien hacia dónde dirigirse y como si fuera inmaterial, atravesó la gruesa pared, llegando de inmediato a la habitación de una de las monjas del convento, nada menos que la joven hija del capataz . La pequeña despertó asustada, y al ver entre las tinieblas aquella figura aparecida de la nada y al sentir olor a azufre, se le escapó un grito. De inmediato el hombre se le acercó, le tapó la boca con una mano y huyó con ella en brazos, rodeado de una nube espesa en la que se escuchaban infernales gritos de almas capturadas.

Ubicación