Descripción
Hay que acercarse lenta y curiosamente a ella. Si bien la iglesia fue fundada en el siglo XVI, la fachada que ahora se ve, de argamasa, fue diseñada y retocada entre 1752 y 1822, y es el mejor ejemplo de ese barroco que los indígenas hicieron suyo, escondiendo a sus dioses entre la retahíla de imágenes cristianas. Si se busca, se encuentra; por ejemplo, Tláloc está oculto entre frutas y relieves. Las gárgolas son serpientes que en silencio guardan plegarias dirigidas a Quetzalcóatl. Arriba, en el tercer cuerpo, aparece Santiago Apóstol en alto relieve, llevándose consigo toda la Edad Media: con su caballo y su espada desenfundada.